Una habitación bonita rara vez es el resultado de colocar muebles y otros objetos decorativos al azar. Es el resultado de una toma de decisiones informada, un buen ojo para la estética y unas directrices básicas de diseño de interiores.
Tanto si eres interiorista profesional como si no, tener conocimientos de diseño de interiores siempre será una ventaja. Si estás pensando en redecorar o simplemente en reorganizar tus muebles, conocer los tres elementos básicos del diseño de interiores te resultará muy útil. Así que, antes de ponerte manos a la obra con un proyecto de decoración, familiarízate con estos tres elementos básicos:
Elemento 1: Función
El interiorismo no es sólo estética. Es igualmente importante conseguir que una habitación se adapte a tus necesidades. Conseguir este equilibrio puede parecer fácil, pero encontrar un punto en el que belleza y funcionalidad se encuentren no siempre es tarea sencilla. Para ayudarle a crear una habitación funcional, recuerde que debe dejar que la habitación atraiga su mirada hacia un punto focal, como una estantería o una obra de arte.
Apoye la funcionalidad de la habitación con muebles impecablemente colocados que sirvan al propósito de la habitación, y consiga un equilibrio visual y funcional con una iluminación bien diseñada.
Elemento 2: Personalidad
Dote siempre a la habitación de carácter: una personalidad coherente con la suya. Esto asegura el confort que aportará la habitación cuando empieces a utilizar el espacio. Para ello, decora la habitación con objetos distintivos con los que te sientas identificado. Cuelga fotos familiares, exhibe jarrones y coloca alfombras que cumplan tanto la forma como la función de tu espacio. Antes de colocar nada en la habitación para decorarla, asegúrate de que combina bien con tu tema.
Elemento 3: Estado de ánimo
Aparte de la comodidad, la funcionalidad y el atractivo visual, un espacio perfectamente diseñado evoca un estado de ánimo o una sensación. Se crea con la armonía de los distintos elementos de la habitación, como el color, los muebles, los estampados y las texturas. Para conseguir que tu habitación desprenda esa atmósfera determinada, asegúrate de decorarla con una pieza de inspiración, como un estampado de tela o un cuadro en el que puedas inspirarte cuando empieces a visualizar tu diseño de interior.